«JF llegó a nuestro centro tras muchos años de padecer los contratiempos y molestias que los enfermos de intestino irritable conocen. Había probado muchos tratamientos médicos convencionales y algunos a base de fitoterapia y dietas, con más o menos éxito. Normalmente con ciertos tipos de medicación

los síntomas mejoraban temporalmente, pero al abandonarla resurgían. Otras veces cualquier contratiempo laboral o altibajo emocional era el desencadenante de un agravamiento. «Lo peor es tener que organizar cualquier salida con la familia o los amigos pendiente de si tendré un baño accesible en todo momento, porque habitualmente lo he de visitar 6 u 8 veces diarias»- me explicaba desesperanzado y triste.

Tras valorar todos los datos, siempre respetuosos con cualquier diagnóstico y tratamiento médico que llevara, comenzamos unas sesiones de hipnoterapia dirigidas a estabilizar la tensión y ansiedad internas, la resiliencia fente a los altibajos emocionales y de la vida cotidiana, técnicas de Coué y focalización y otras, que contribuyeron a su mejoría notable.

Un mes después, tras unas pocas sesiones, me contaba entre incrédulo y emocionado que sólo iba una o dos veces al baño y sin molestias ni medicación.»